EL FRACASO DEL EXITO
Aristoteles, hace mas de 2300 años decia: "Todos los seres humanos, a pesar de perseguir metas distintas, buscan y anhelan lo mismo: la felicidad". Pero ¿que sera la felicidad?
Por Carlos Mraida
Las distintas culturas tienen diferentes conceptos para la felicidad. Por ejemplo, para los anglosajones la felicidad tiene un significado que no coincide con el que le dan los latinos. Por esto, los norteamericanos para decir "feliz" utilizan la palabra happy, que deriva del verbo happend, que significa suceder. Así que para ellos ser feliz es que sucedan cosas, que haya éxitos en la vida. Los latinos utilizamos la palabra "feliz", que deriva de una raíz indoeuropea, dhe, que significa succionar el pecho de una mujer, mamar. Así que para nosotros no consiste tanto en lograr cosas, sino en lo afectivo, en lo familiar.
En el presente, tenemos una mezcla y un tironeo de ambas tendencias. Porque aunque somos latinos, la globalización ha hecho que adoptáramos mucho de la visión de la cultura norteamericana. Así que a diferencia de anteriores generaciones, nosotros también compramos la idea de que ser feliz es alcanzar logros en nuestra profesión, progresar, prosperar.
Pero aquí nos surgen varios problemas. El primero es que muchos pueden decir que se sienten realizados en su profesión, en su vocación, que son exitosos en los negocios y han prosperado, pero no pueden decir que son felices. El segundo problema es que también hay muchos que han logrado formar una buena familia, que están bien afectivamente, pero tampoco se sienten plenos. Un tercer problema es que algunos, conscientes de ambas realidades, se han sentido como Túpac-Amaru, tironeados de un lado y del otro. En su afán de ser exitosos, descuidan la familia y no pueden ser felices. Y los otros, en su deseo de dedicar tiempo a la familia, atención, interés, no logran desarrollarse en su profesión y se sienten frustrados.
MIENTRAS TANTO LAS PERSONAS YA SE HAN ACOSTUMBRADO TANTO
A NO SER FELICES, QUE APENAS LO NOTAN
Por favor, querido lector, no te acostumbres. Que no se te pase la vida, porque se trata de ser felices. Un día, todos vamos a morir, pero por favor, ¡no sin antes haber vivido!
Y el sistema nos presenta las trampas a la felicidad. Por ejemplo, tratar de comprarla. Creer que seremos felices si tenemos mucho. Tener no es ser feliz. No somos tontos, y sabemos que tener facilita la vida cotidiana, y que no tener lo necesario la complica. Pero ¡cuántas personas atiendo que tienen de todo y se sienten vacíos!
La gran trampa es que si vos no logras tener todo lo que el sistema te sugiere que debes tener, vivís creyendo que no podes ser feliz. Y si logras tener todo lo que el sistema estima como necesario, igual te sentís vacío, y crees que se trata solo de tener más, y cuando tenes más, y seguís sin ser feliz, buscas más. Una encuesta Gallup establece que solo el 0,5 % de los norteamericanos cree que es rico. Y el 99,5% cree que tiene que tener más para ser feliz. Claro, porque "tener" es una cosa, y "ser" es otra.
También el sistema nos trampea diciéndonos que ser feliz es parecer. Y todo nuestro mundo gira alrededor del parecer. El problema es cuando se apagan las luces y te quedas solo y no te sentís pleno.
Y tenemos la trampa del hacer. Y nos convertimos en activistas frenéticos que tratamos de hacer y de hacer, a ver si al estar superocupados, podemos sentirnos importantes como para ser felices, o al menos taponamos lo más que podemos la desdicha en nuestro interior.
NOS DICEN QUE SEREMOS FELICES, SI LOGRAMOS
Entonces vivimos persiguiendo cosas, logros y metas. Y todo eso está muy bien, pero como me dijo un hombre de 35 años hace poco: "Carlos, ya logré todo en la vida, y ahora qué". Y me dijo: "Me voy a meter en política, no porque tenga vocación, sino para ver si logro activar la adrenalina. Aunque sé que eso tampoco me va a llenar". Ese hombre es la personalización del fracaso del éxito. Claro, podes llegar a ser un exitoso en todo y sentirte vacío.
Los solos creen que si logran conocer a esa persona a la que amar y sentirse amados, entonces, sí serán felices. El problema grave de esto es que si tu expectativa de felicidad está en otra persona jamás serás feliz. Siempre lo digo en los seminarios para la gente sola, dos personas se juntan con la expectativa de ser felices cuando estén juntas. Es decir, un infeliz se junta con otro infeliz, y tienen la pretensión de ser felices. Una locura, solo se puede dar lo que uno tiene. Por eso la gente vive casándose y fracasando, y vueltos a casar, vuelven a fracasar. Este tampoco es el camino a la felicidad. Por supuesto que tener alguien a quien amar y ser amado es muy importante en la vida, pero vos tenes que ser feliz.
¿Sabes una cosa? Dios no se conforma con tu vacío, con tu insatisfacción. Porque él no te creó para la infelicidad, sino para una vida plena. Cuando Jesús explicó para qué había venido al mundo, para qué murió en una cruz, dijo: "yo he venido para que tengan vida y vida en abundancia".
FUISTE CREADO POR DIOS Y PARA DIOS
Es decir para establecer una relación personal e íntima con Dios, que llene el vacío de tu vida. Nada ni nadie lo podrá llenar, solo él. Es como un rompecabezas al que le falta una pieza, vos querés llenar ese hueco con cosas, apariencia, logros, personas, actividades, y ninguna de esas piezas lo llena, porque el vacío tiene la forma de Dios.
Pero cuando vos dejas que Dios llene tu vacío, entonces experimentas una paz que no se puede explicar. Una plenitud inunda tu vida porque cuando le entregas tu vida a Cristo estás completo. Y entonces podes encarar una relación amorosa con madurez. Podes crecer y prosperar en la vida, pero no para ser, porque ya sos. Podes perseguir metas y logros, pero no como la zanahoria delante del burro, para ver si alguna vez te sentís lleno, sino como una expresión de lo que ya sos, un hombre o una mujer plenos. •*
